¿Por qué pinturas pintadas debajo de vidrio?

La
elección de la técnica

Hace algunos años fui al Museo del Louvre y por casualidad di con los retratos Fayoum, un conjunto de pinturas del Egipto romano realizadas entre el I y IV siglo después de JC. Se trata de retratos funerarios pintados, insertos en tiras a la altura del rostro de la momia. Los primeros retratos fueron encontrados en el Fayoum, y es por eso que la región terminó por dar su nombre a ese género de pinturas.

Los retratos del Fayoum son las únicas pinturas de caballete que nos legó la Antigüedad, son también los más antiguos que fueran descubiertos. Lo que primero llama la atención en estos retratos es la transparencia y la intensidad del color que perduraron a través de los siglos con una frescura increíble.

Estas pinturas son hechas a la cera, el ligador que mejor respeta la vibración de los pigmentos. Me dije inmediatamente que tenía que trabajar esta técnica, ya que lo que más me motiva en la pintura es el resplandor del color que emana del cuadro.

La
elección del soporte

-Descubrí en Lisboa en el Museo Calourste Gulbenkian un pequeño cuadro del siglo XVIII pintado bajo vidrio. Atrajo mi atención porque de el emanaba una gran luminosidad, al punto que me pareció que tenía una luz escondida por detrás. Sin embargo acercándome me di cuenta de que tal luz no existía. Era el efecto del color aplicado directamente sobre la otra cara del vidrio.

Tan pronto como pude probé en mi taller la pintura bajo vidrio y constaté que me permitía visualizar -gracias a la transparencia- todos los gestos y superposiciones de la pintura desde el comienzo del cuadro hasta su terminación, lo que daba, a mi entender, mucha más riqueza a la obra.

Pintura bajo vidrio

“Para mí un cuadro es una proposición hecha a la mirada para establecer un diálogo. ¿El tema? Sobre todo vibraciones del color que deben ser fuente de energía de la que cada cual pueda nutrirse. Y también una pasión por la representación del cuerpo, de la carne, de la mujer, del hombre, vistos a través de una mirada llena de compasión, admiración y ternura. “
Marga Morel d’Arleux

Artista plástica nacida en Argentina, fue en París que Marga acuñó su propia técnica e impronta artística.

Interrogada por la transparencia, la intensidad del color y la frescura de las máscaras funerarias del Egipto romano, descubrió que estaban pintadas a la Cera, el componente que mejor liga y respeta la vibración de los pigmentos.

Motivada siempre por el fulgor que emana del Color en la pintura, la artista adopta y comienza a trabajar con Cera. Más tarde, en un museo de Lisboa, se demora sobre un pequeño cuadro del siglo XVIII lleno de luminosidad. Aquel resplandor no era el efecto de una luz, sino de la aplicación del color directamente por detrás del vidrio.

La unión era inminente: Unir la cera con el vidrio, ensayando una pintura de gestos cronológicos invertidos, para visualizar transparencias y superposiciones de color en una trama propia e inusitada, la suya.